Serapias perez-chiscanoi en un trampal de Las Villuercas (CC)
Durante el mes de mayo de este año hemos localizado dos ejemplares de Serapias perez-chiscanoi creciendo en el interior de un trampal en Robledollano (Las Villuercas, Cáceres), hábitat en el que creemos que hasta ahora no se había citado la especie. Los trampales son ecosistemas que se desarrollan sobre suelos con hidromorfía, es decir, un estado permanente o temporal de saturación de agua que lleva asociado la acumulación de materia orgánica o turba.
El citado trampal está situado en una ladera serrana con matorrales seriales de jaras pringosas (Cistus ladanifer) y brezos (Erica australis), en zona de ecotonía entre alcornoques (Quercus suber) y robles melojos (Quercus pyrenaica). La formación predominante en el trampal está compuesta por una mezcla de brezos (Erica scoparia y E. tetralix) y céspedes amacollados de mansiega (Molinia caerulea), una gramínea de crecimiento denso y talla mediana-alta (50-100 cm). Junto a uno de los ejemplares de la orquídea hemos encontrado hojas de la umbelífera Carum verticillatum. Este tipo de hábitat, propio de zonas centroeuropeas, es muy escaso en Extremadura, presentándose disperso a lo largo de las áreas montañosas de Las Villuercas, Siberia, Gredos y Gata-Hurdes.
Según José L. Pérez Chiscano, descubridor de la especie en la cuenca del Guadiana extremeña (1988), esta orquídea “es silicícola, habitando en suelos areno-limosos con humedad, aunque no encharcados; preferentemente en pastizales de Agrostidion castellanae y Brizo-Holoschoenion, más escasa en Tuberarion guttatae”.
En foto 1 presentamos vista del trampal con un ejemplar de S. perez-chiscanoi en parte inferior de imagen.
En fotos 2,3 y 4 aparecen detalles de la orquídea.
En foto 5 aparece el hábitat más frecuente en el que se suele encontrar la especie (realizada en Trujillanos –Badajoz-).
Yonatan Cáceres Escudero y Fernando Durán Oliva